sábado, 12 de mayo de 2007

celebración de las contradicciones

Desatar las voces, desensoñar los sueños: escribo queriendo revelar lo real maravilloso, y descubro lo real maravilloso en el exacto centro de lo real horroroso de América.
En estas tierras, la cabeza del dios Eleggúa lleva la muerte en la nuca y la vida en la cara. Cada promesa es una amenaza; cada pérdida, un encuentro. De los miedos nacen los corajes; y de las dudas las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día. En esa fe fugitiva creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.

Eduardo Galeano - Libro de los abrazos

caligrafía púvica



Obra ganadora V Premio de Poesía Experimental Diputación de Badajoz 2006

infierno y cielo

No recuerdo de quién era, siento el olvido...

Contaba que el infierno era un lugar donde había una mesa servida con todo tipo de alimentos al alcance de la gente, pero éstos debían comerse con palillos y los palillos eran muy largos, con lo que era imposible llevarse la comida a la boca, ese era el sufrimiento.
Y contaba que el cielo era un lugar también con una mesa servida, y que la gente también debía comer con palillos y los palillos eran muy largos, y era imposible que uno se llevase la comida a la boca, igual que en el infierno, pero a diferencia de éste, en el cielo la gente se alimentaba dándose de comer unos a otros.

viernes, 11 de mayo de 2007

titeremudo

Es un títere mudo, sólo tiene la memoria del instante,
el instante del hilo tenso que le mantiene cualquiera,
que se mantiene vacío, sin tiempo,
hasta que algún idiota o algún listo,
en cualquier caso, cualquiera,
lo ubique en ese instante feliz de la memoria que ya se inicia marchándose.
Memoria de comprimido, de sobre, de capítulo,
memoria de dosis ignorante de sí misma.
Realidad monosilábica, monofonética,
ni siquiera soledad, pues para eso hacen falta 3
más muchas otras más de otras palabras; sólo so, sólo sssssssssssssssss...,
dicha sin boca, sólo parece que escuchada.
Ignorancia de tiempo, ignorancia de contexto, de sentido;
resumen instantáneo de tantos lenguajes extraños.

¿Quién pronunció olvido?,
alguien sonando mientras otro le comprimía
y estiraba la cara, porque las palabras son muecas.
Ya le soltó el listo o el tonto,
ya no hay hilos, ni memoria ni olvido, ya no hay muecas,
y ya ni parece que se escuche algo.


natalia - valencia, junio 2001


durmiente - 2004 - escayola



esther y pablo - 2003 - fotografía